Ministerio Mujer
“Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará”
(Isaías 43:21)
LA VARA DE EVA
¿La mujer puede tener un ministerio?
Por: Norma Solis Zavala
Es común encontrar
en nuestras congregaciones mujeres en el Ministerio de
ayudas (Maestras de Escuela
Dominical, Ujieres, etc. ); pero mujeres
en el ministerio
de: Maestras, Pastoras, Evangelistas, Profetas y Apóstoles, son
escasos. Y la gran pregunta que nos hacemos es:
¿no existen? o ¿no se manifiestan?. Será quizás que
Dios hace acepción de
personas. ¡Claro que no! Dios
no hace acepción
de personas; pero a veces dentro de nuestras congregaciones si lo hacen.
Has escuchado decir:
“¡La cabeza de la mujer es el varón y tiene que
sujetarse!, ¡La mujer no
puede hablar, ni
enseñar en la iglesia!, ¡Eva fue engañada
y por ella
entro el pecado al mundo!. Frases como estas, enfocadas
fuera de contexto, han sido
usadas para obstaculizar el
derecho de la
mujer a tener
y desarrollar un ministerio. Hoy a ti te pregunto ¿A quién vas escuchar a Dios o a
los hombres?...
Quizás eres tú, una de
éstas mujeres a las cuales Dios ya les ha confirmado un Ministerio; pero te han
medido con “La Vara de Eva” y te has preguntado ¿Tendré derecho a ejercer este
ministerio?... La Palabra de Dios en Hechos 10:34-35, dice “Dios no hace
acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace
justicia”. En 1 Samuel 16:7 leemos “Jehová no mira lo que mira el hombre; pues
el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” Dios
no hace diferencia entre hombres y mujeres, Él mira lo que hay en tu corazón.
En la genealogía de
Jesucristo encontramos a tres mujeres: Tamar, Rahab y Rut. Éstas mujeres en una
etapa de sus vidas ejercieron sus derechos para tener lo que les pertenecía.
a.-
TAMAR (Génesis 38:1-30), Tamar había
enviudado dos veces y por tanto tenía derecho a casarse con el tercer hijo de
Judá. Pasado el tiempo Judá enviudo y Tamar aún no se casaba con el hijo de
Judá; ella se quitó sus prendas de viudez y reclamó sus derechos para tener
descendencia.
b.-
RAHAB (Josué 2:1-24), Rahab escondió en
su casa a los dos espías que Josué había enviado a Jericó. Ella dijo: “Sé que
Jehová os a dado esta tierra y Él es Dios arriba en los cielos y abajo en la
tierra, así como hice misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la
casa de mí padre y toda mí familia y libren nuestras vidas de la muerte”
(v.9-13). En Josué 6:22-23, Rahab y toda su familia fueron los únicos que
sobrevivieron luego de la toma de Jericó.
c.-
RUT (Libro de Rut), Rut había quedado
viuda en Moab, y como amaba a Noemí, fue con ella a Belén, allí ella conoció
cuando espigaba en el campo a Booz y Noemí dijo: “Él es nuestro pariente y
puede redimirnos”. La ley decía que sí una mujer quedaba viuda, ella tenía el
derecho a casarse con el hermano del difunto o con su pariente más cercano para
levantar descendencia y recuperar las posesiones del difunto. Ella fue a
reclamar sus derechos y eligió a Booz para que fuese su esposo.
Te estarás preguntando
si habrá algún pasaje en la Biblia donde Dios reconoce que la mujer tiene
derechos al igual que el hombre. En Números 27:1-11, se relata la historia de
las hijas de Zelofehad, te has puesto a pensar que en una nación en plena
formación, sólo tenían derecho a poseer territorio los hijos; con una población
de más de 3 millones de habitantes; había una familia que sólo tenía hijas,
cuando el padre de ellas murió, se preguntaron : ¿Tendremos herencia de nuestro
padre?...
Ellas fueron ante
Moisés, delante del sacerdote Eleazar, los príncipes y toda la congregación, a
la puerta del tabernáculo de reunión dijeron: ¿Por qué será quitado el nombre
de nuestro padre de entre su familia, por no haber tenido
hijo?. Danos heredad entre los hermanos de nuestro padre y Moisés llevó su
causa delante de Jehová y Él respondió: “Bien dicen las hijas de Zelofehad; les
darás la posesión de una heredad entre los hermanos de su padre, y traspasarás
la heredad de su padre a ellas” (v.4-7). Dios estaba confirmando que la
mujer tiene derecho a poseer algo que aparentemente era solo para los hombres.
Sí la voluntad de Dios
es que la mujer también tenga y ejerza un ministerio: ¿Por qué la mujer ha
encontrado obstáculos para ejercerlo?. Un Ministro muy conocido dijo: “Desde
Génesis 3:15, Satanás se ha levantado en contra de la mujer, porque de ella iba
a nacer el Mesías (Jesús).” Qué era
también lo que sabía e iba en contra de sus planes. La clave la encontramos en
el Salmo 68:11 “El Señor daba la palabra, multitud de mujeres anunciaban las
buenas nuevas”.
Cuando Jesucristo
resucitó, se le apareció primero a una mujer y la envió con un mensaje: “Diles
a mis hermanos: Subo a mí Padre y a vuestro Padre, a mí Dios y a vuestro Dios”
(San Juan 20:17). Era la primera buena noticia que iban a recibir los
discípulos de Jesús; pero cuando María Magdalena llegó dijo: ¡Jesús está vivo!,
ellos no la creyeron (San Marcos 16:10-11). Te has puesto a pensar ¿Por qué
Jesús se le apareció a María Magdalena y
porque no a Pedro, Juan o Jacobo?. Jesucristo sabía que la mujer tenía una
sombra por delante y por detrás: Eva, y que esto iba ser un obstáculo para el
ministerio que Dios había preparado para ella. Cuando Eva comió el fruto dijo:
“La serpiente me engaño y comí” (Génesis 3:13), desde entonces la mujer tuvo
un medida: Eva y una vara de disciplina para hacerla recordar lo que había
hecho.
MUJER, Dios no te mide con “la vara de Eva” , Jesucristo
tampoco lo hizo. Cuando Dios creó a la mujer puso una cualidad muy especial:
“creer”, por eso María creyó que iba a ser madre, María Magdalena creyó que
Jesús había resucitado y publicó las buenas nuevas. Sí la mujer no hubiera
tenido en su esencia “creer”, el Mesías quizá no hubiera nacido. La mujer cree más
fácilmente que el hombre, esta es la causa por la que en nuestras
congregaciones hay más mujeres que hombres. La vara de Eva terminó con María
Magdalena, la mujer había demostrado obediencia a Dios, ahora te toca a ti. MUJER;
sí alguna vez te midieron con “la vara de Eva” y Dios ya te ha confirmado tu
llamado. Usa tus derechos. Créele a Dios y cumple tu ministerio. Perdona a los
que te midieron y obstaculizaron tu derecho a ejercer y desarrollar un
Ministerio. Comienza a creerle a Dios, su Palabra dice que: “Ya no hay judío ni
griego, no hay esclavo ni libre, no hay hombre ni mujer, porque todos vosotros
sois uno en Cristo Jesús” (Gálatas 3:28).
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Predica realizada en el curso de Homilética y Hermenéutica en el Centro de Entrenamiento Bíblico Rhema Perú, en mi segundo año de estudios (2001),
Esta predica se hizo en ocho minutos con ministración.
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