CAPITULO 1.- ¿QUÉ SIGNIFICA MEDITAR?
Por: Norma Solis Zavala
Tomado de: La Verdad Que Cambiará Su Vida N°4
"Método Bíblico Meditar La Palabra de Dios"
1.1.- DEFINICIÓN
Según el Diccionario de la lengua española (DRAE) meditar, viene del latín meditāri y
significa: aplicar con profunda atención
el pensamiento a la consideración de algo, o discurrir sobre los medios de
conocerlo o conseguirlo.
Según
el Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo Testamento, la palabra
hebrea para MEDITAR es “hagah (C. Strong palabra 1897)
Hagah,
significa «meditar; gemir; llorar,
rugir; pronunciar; hablar». Hagah,
es un vocablo común tanto en hebreo antiguo como moderno. Propio únicamente al Antiguo Testamento
hebreo, parece ser un término onomatopéyico
que refleja los suspiros y murmullos que los antiguos hacían cuando meditaban. Este es el significado que se
encuentra en el primer caso del verbo:
«Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche» (Josué 1.8 LBA: La Biblia de Las Américas). Tal vez la cita más famosa
sobre «meditar» sobre la Ley de día y
de noche vea Salmo 1.2.
Hagah
también expresa el «rugido» de leones (Isaías
31.4) y el «lamento» de
palomas (Isaías 38.14). Cuando el vocablo se usa con el significado de «lamentar» o «llorar», al parecer tiene
que ver con los sonidos quejumbrosos
del antiguo lamento semítico, como se puede ver en el siguiente paralelismo: «Por tanto, yo aullaré sobre Moab;
sobre todo Moab haré clamor, y
sobre los hombres de Kir-hares gemiré» (Jeremías 48.31). Proverbios 24.1–2 parece referirse a
«mascullar», hablar entre dientes al hacer
ejercicio mental o planificar: «No tengas envidia de los hombres malos… porque su corazón piensa en robar,
e iniquidad hablan [mascullan] sus
labios».
Por
su parte, Bignold (2008) en su libro “Business by the Spirit” al referirse a la
meditación señala lo siguiente:
Cuando
el manual del creador utiliza el termino meditación, está traduciendo la
palabra hebrea hagah (hah-gáh). Hagah significa algo absolutamente diferente del significado en nuestro idioma para la palabra meditación: un ejercicio mental solamente.
En
hebreo, meditar es reflexionar sobre algo, ponderarlo
en la mente, murmurarlo, contemplar un
pensamiento y repetirlo en voz audible, reservando
las palabras para sí mismo (mientras abandonamos las distracciones exteriores completamente).
Significa en lenguaje de hoy “pensar
sobre y confesar.” La “meditación (pensar sobre y confesar) es la manera
más rápida de renovar tu mente (entendimiento) y de recibir el conocimiento
de revelación referente a la palabra de Dios. Es
la manera que Dios nos ha dado,
para edificar y fortalecer una fe fuerte
en nuestro corazón.
1.2.- ACCIONES Y CONSECUENCIAS DE MEDITAR LA PALABRA DE DIOS
La Biblia misma nos revela que la forma de estudiar La Palabra de Dios es aplicando sus métodos de estudio que ella señala, así habíamos visto en el manual de estudio N° 3 “Como estudiar la Biblia” que existen cinco métodos bíblicos de estudio:
1. Repetir
2. Hablar
3. Escribir
4. Meditar
5. Escudriñar.
Los
tres primeros métodos están contenidos en Deuteronomio 6:6-9 (AT), y han sido
desarrollados en el manual de estudio N° 3, los otros dos métodos aparecen en
Josué 1:8 (AT) y Juan 5:39-40 (NT). En este manual de estudio N° 4, desarrollamos
el Método Bíblico Meditar la Palabra de Dios.
El
método bíblico Meditar la Palabra de Dios tiene como versículos básicos, Josué
1:8 y Salmos 1: 2
Josué 1:7-8 (AT)
Nunca se apartará de
tu boca este libro de la ley, sino que
de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo
lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te
saldrá bien.
En
Josué 1:8 podemos distinguir 3 acciones que cada creyente o estudioso de la
Biblia debe hacer:
- En tu boca siempre debe estar la Palabra de Dios: “Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley”
- En todo tiempo, medita la Palabra de Dios: “sino que de día y de noche meditarás en él”.
- Guarda la Palabra y ponla en práctica o haz lo que dice la Palabra de Dios: “para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito”
Estas
acciones o actitudes que asume el lector y estudioso de la Biblia tienen un
fruto, recompensa o consecuencia:
- “Porqué entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.
Por
su parte el Salmo 1:1-3, nos revela otra actitud que se debe asumir:
Salmo 1:1-3 (AT)
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla
de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche.
Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su
tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.
- Deleitarnos, gozarnos, regocijarnos, en la Palabra de Dios: “en la ley de Jehová está su delicia”
Nótese
que el deleitarnos en la Palabra y meditarla en todo momento nos aparta del mal
y estas acciones o actitudes que asume el lector y estudioso de la Biblia
tienen un fruto, recompensa o consecuencia:
- “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”.
Cientos
de años después de este Salmo, el profeta Jeremías escribió:
»
¡Bendito el hombre que confía en Jehová, cuya confianza está puesta en Jehová!, porque será como el árbol
plantado junto a las aguas, que junto a
la corriente echará sus raíces. No temerá cuando llegue el calor, sino que su hoja estará verde. En el año de
sequía no se inquietará ni dejará de dar
fruto. Jeremías 17: 7-8 (Biblia RV)
En este versículo de la Biblia, se compara a la persona que confía en Dios con un árbol plantado junto a un río o a una
fuente de agua.
El
hecho de estar plantado junto a corrientes de agua representa su fuente
continua e inagotable que necesita para seguir creciendo y desarrollarse en
toda su plenitud.
Aún
en época de sequía, puede prolongar sus raíces y extenderse hasta las corrientes
de aguas. Esta habilidad le da seguridad y confianza plena en que siempre podrá
recurrir a la fuente de donde mana su existencia.
En el
libro de Job, escrito antes del libro de Salmos, también se menciona al árbol
en el capítulo 14: 7-9, pero esta vez se compara la existencia del hombre con
un árbol. Al referir al árbol señala:
Porque
si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza, retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se
envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco
fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá, y hará copa como planta nueva. Job 14: 7-
9 (versión RV)
En
este versículo del libro de Job encontramos las características de un árbol:
·
El árbol puede retoñar aun después de haber
sido cortado, derribado o talado. De su tronco brotaran renuevos o brotes que
luego crecerán.
·
Si sus raíces envejecieran en la tierra y su
tronco muera en la tierra, al percibir el agua reverdecerá, florecerá y extenderá
sus ramas como árbol recién plantado.
Esta
es la figura con la cual se compra al varón o la mujer que confía en Dios, medita en su Palabra y se deleita en ella.
La
Palabra viene a representar el agua del cual podemos obtener la ayuda, la
fortaleza que se necesita, pero esta agua viene de una fuente inagotable: Dios.
La
fortaleza, la capacidad para seguir viviendo a pesar de cualquier
circunstancia, proviene de estar fuertemente cimentado en la Palabra de Dios,
tal es así que su Palabra te aparta del mal y te hace fructificar, te da vida
permanentemente.
Entonces
podemos concluir que el confiar en Dios, deleitarnos y meditar en su Palabra,
producirá en nosotros:
1. Fortaleza de carácter.
2. Capacidad de subsistir pese a tiempos adversos.
3. Capacidad para fructificar y/o multiplicarse
2. Capacidad de subsistir pese a tiempos adversos.
3. Capacidad para fructificar y/o multiplicarse
4. Confianza plena en Dios, que tiene el control en cada situación que
enfrentemos.
5. Podemos extendernos hacia su presencia, de Él fluye el agua de vida que
sostienen mi vida, y él me dará su Palabra, su consuelo, su sanidad, etc.
Ray C. Stedman y
James D. Denney , señalan que La Palabra de Dios es nuestra fuente de
sabiduría, guía y profunda comprensión.
Cuanto más la leamos y meditemos en ella, hablemos a cerca de ella y actuemos
conforme a ella, tanto mayor será nuestra prosperidad y éxito en el camino en
que Dios nos guíe.
Es la
voluntad de Dios que cada persona que ame a Dios, sea cimentado en la Palabra y
que esta abunde en nosotros para enseñarnos y para animarnos unos a otros;
además su Palabra nos da sabiduría y produce en nosotros acciones de gracias,
alabanzas y adoración:
La palabra de Cristo more en
abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos
espirituales. Colosenses 3:16
(NT)
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS EN ESTE CAPITULO
Bignold Robert. (2008). Business
by the Spirit. Capítulo 12 La ley del éxito. Consultado el 31/10/2013. En http://businessbythespirit.com/uploads/spanish/CAP12.pdf
El
Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, W.
E. Vine. http://www.descargasteocraticas.com/dt/diccionario-expositivo-de-las-palabras-del-antiguo-y-del-nuevo-testamento-w-e-vine-pdf/
Etimología
de meditar. Consultado el 31/10/2013. En
http://etimologias.dechile.net/?meditar
Ray C. Stedman y James D. Denney. 2009. “Aventurándonos en el conocimiento de la Biblia”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario