viernes, 30 de mayo de 2014

¿QUÉ SIGNIFICA MEDITAR?





CAPITULO 1.- ¿QUÉ SIGNIFICA MEDITAR?

Por: Norma Solis Zavala

Tomado de: La Verdad Que Cambiará Su Vida N°4
 "Método Bíblico Meditar La Palabra de Dios"



1.1.- DEFINICIÓN


Según el Diccionario de la lengua española (DRAE) meditar, viene del latín meditāri y significa: aplicar con profunda atención el pensamiento a la consideración de algo, o discurrir sobre los medios de conocerlo o conseguirlo.

Según el Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo Testamento, la palabra hebrea para MEDITAR es “hagah (C. Strong palabra 1897)

Hagah, significa  «meditar; gemir; llorar, rugir; pronunciar; hablar».  Hagah, es un vocablo común tanto en hebreo antiguo como moderno.   Propio únicamente al Antiguo Testamento hebreo, parece ser un término   onomatopéyico que refleja los suspiros y murmullos que los antiguos   hacían cuando meditaban. Este es el significado que se encuentra en el primer caso del verbo: «Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino    que meditarás en él día y noche» (Josué 1.8 LBA: La Biblia de Las   Américas). Tal vez la cita más famosa sobre «meditar» sobre la Ley de día  y de noche vea Salmo 1.2.

Hagah también expresa el «rugido» de leones (Isaías  31.4) y el «lamento»   de palomas (Isaías 38.14). Cuando el vocablo se usa con el significado de  «lamentar» o «llorar», al parecer tiene que ver con los sonidos  quejumbrosos del antiguo lamento semítico, como se puede ver en el   siguiente paralelismo: «Por tanto, yo aullaré sobre Moab; sobre todo Moab haré clamor, y sobre los hombres de Kir-hares gemiré» (Jeremías 48.31). Proverbios 24.1–2 parece referirse a «mascullar», hablar entre dientes al  hacer ejercicio mental o planificar: «No tengas envidia de los hombres  malos… porque su corazón piensa en robar, e iniquidad hablan     [mascullan] sus labios».

Por su parte, Bignold (2008) en su libro “Business by the Spirit” al referirse a la meditación señala lo siguiente:

Cuando el manual del creador utiliza el termino meditación, está   traduciendo   la palabra hebrea hagah (hah-gáh). Hagah significa algo   absolutamente diferente del significado en nuestro idioma para la   palabra   meditación: un ejercicio mental solamente.
En hebreo, meditar es reflexionar sobre algo,   ponderarlo en la mente, murmurarlo, contemplar un pensamiento y repetirlo en voz audible,  reservando las palabras para sí mismo (mientras abandonamos las distracciones exteriores  completamente). Significa en lenguaje de hoy  “pensar sobre y confesar.” La “meditación (pensar sobre y  confesar) es la manera más rápida de renovar tu mente (entendimiento) y   de recibir el conocimiento de revelación referente a la palabra de Dios.    Es la manera   que Dios nos ha dado, para edificar y fortalecer una   fe fuerte en nuestro  corazón.


1.2.- ACCIONES Y CONSECUENCIAS DE MEDITAR LA PALABRA DE DIOS

La Biblia misma nos revela que la forma de estudiar La Palabra de Dios es aplicando sus métodos de estudio que ella señala, así habíamos visto en el manual de estudio N° 3 “Como estudiar la Biblia” que existen cinco métodos bíblicos de estudio:
1.    Repetir
2.    Hablar
3.    Escribir
4.    Meditar
5.    Escudriñar.

Los tres primeros métodos están contenidos en Deuteronomio 6:6-9 (AT), y han sido desarrollados en el manual de estudio N° 3, los otros dos métodos aparecen en Josué 1:8 (AT) y Juan 5:39-40 (NT). En este manual de estudio N° 4, desarrollamos el Método Bíblico Meditar la Palabra de Dios.

El método bíblico Meditar la Palabra de Dios tiene como versículos básicos, Josué 1:8 y Salmos 1: 2

Josué 1:7-8 (AT)
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.

En Josué 1:8 podemos distinguir 3 acciones que cada creyente o estudioso de la Biblia debe hacer:
  1. En tu boca siempre debe estar la Palabra de Dios: Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley” 
  2. En todo tiempo, medita la Palabra de Dios:sino que de día y de noche meditarás en él”.
  3. Guarda la Palabra y ponla en práctica o haz lo que dice la Palabra  de Dios: para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él   está escrito”


Estas acciones o actitudes que asume el lector y estudioso de la Biblia tienen un fruto, recompensa o consecuencia:

  • “Porqué entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien”.


Por su parte el Salmo 1:1-3, nos revela otra actitud que se debe asumir:

Salmo 1:1-3 (AT)
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,  ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará.  
  • Deleitarnos, gozarnos, regocijarnos, en la Palabra de Dios: en la ley de Jehová está su  delicia”


Nótese que el deleitarnos en la Palabra y meditarla en todo momento nos aparta del mal y estas acciones o actitudes que asume el lector y estudioso de la Biblia tienen un fruto, recompensa o consecuencia:

  • “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará”. 

Cientos de años después de este Salmo, el profeta Jeremías escribió:

 » ¡Bendito el hombre que confía en Jehová, cuya confianza está puesta en Jehová!, porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto  a la corriente echará sus raíces. No temerá cuando llegue el calor, sino   que su hoja estará verde. En el año de sequía no se inquietará ni dejará de  dar fruto. Jeremías 17: 7-8 (Biblia RV)

En este versículo de la Biblia, se compara a la persona que confía  en Dios  con un árbol plantado junto a un río o a una fuente de agua.

El hecho de estar plantado junto a corrientes de agua representa su fuente continua e inagotable que necesita para seguir creciendo y desarrollarse en toda su plenitud.

Aún en época de sequía, puede prolongar sus raíces y extenderse hasta las corrientes de aguas. Esta habilidad le da seguridad y confianza plena en que siempre podrá recurrir a la fuente de donde mana su existencia.

En el libro de Job, escrito antes del libro de Salmos, también se menciona al árbol en el capítulo 14: 7-9, pero esta vez se compara la existencia del hombre con un árbol. Al referir al árbol señala:  

Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza, retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su      tronco fuere muerto en el polvo, al percibir el agua reverdecerá, y hará   copa como planta nueva. Job 14: 7- 9  (versión RV)

En este versículo del libro de Job encontramos las características de un árbol:

·         El árbol puede retoñar aun después de haber sido cortado, derribado  o talado. De su tronco brotaran renuevos o brotes que luego crecerán.
·         Si sus raíces envejecieran en la tierra y su tronco muera en la tierra, al percibir el agua reverdecerá, florecerá y extenderá sus ramas como árbol recién plantado.

Esta es la figura con la cual se compra al varón o la mujer  que confía en Dios,  medita en su Palabra y se deleita en ella.

La Palabra viene a representar el agua del cual podemos obtener la ayuda, la fortaleza que se necesita, pero esta agua viene de una fuente inagotable: Dios.

La fortaleza, la capacidad para seguir viviendo a pesar de cualquier circunstancia, proviene de estar fuertemente cimentado en la Palabra de Dios, tal es así que su Palabra te aparta del mal y te hace fructificar, te da vida permanentemente.

Entonces podemos concluir que el confiar en Dios, deleitarnos y meditar en su Palabra, producirá en nosotros:

1.    Fortaleza de carácter.
2.    Capacidad de subsistir pese a tiempos adversos.
3.  Capacidad para fructificar y/o multiplicarse
4.    Confianza plena en Dios, que tiene el control en cada situación que enfrentemos.
5.   Podemos extendernos  hacia  su presencia, de Él fluye el agua de vida que sostienen  mi vida, y él me dará su Palabra, su consuelo, su sanidad, etc.

Ray C. Stedman y James  D. Denney , señalan que La Palabra de Dios es nuestra fuente de sabiduría, guía y  profunda comprensión. Cuanto más la leamos y meditemos en ella, hablemos a cerca de ella y actuemos conforme a ella, tanto mayor será nuestra prosperidad y éxito en el camino en que Dios nos guíe.

Es la voluntad de Dios que cada persona que ame a Dios, sea cimentado en la Palabra y que esta abunde en nosotros para enseñarnos y para animarnos unos a otros; además su Palabra nos da sabiduría y produce en nosotros acciones de gracias, alabanzas y adoración:

La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y   exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en  vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Colosenses 3:16 (NT)


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS EN ESTE CAPITULO

Bignold Robert. (2008).  Business by the Spirit.  Capítulo 12 La ley del éxito.  Consultado el 31/10/2013. En  http://businessbythespirit.com/uploads/spanish/CAP12.pdf

El Diccionario Expositivo de las Palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento, W. E. Vine.  http://www.descargasteocraticas.com/dt/diccionario-expositivo-de-las-palabras-del-antiguo-y-del-nuevo-testamento-w-e-vine-pdf/

Etimología de meditar. Consultado el 31/10/2013. En  http://etimologias.dechile.net/?meditar


Ray C. Stedman y James  D. Denney. 2009.  “Aventurándonos en el conocimiento de la Biblia”. 

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