martes, 23 de agosto de 2016

PARA DIOS QUIÉN ES IMPORTANTE; EL HOMBRE O LOS ANIMALES




PARA DIOS QUIÉN ES IMPORTANTE; EL HOMBRE O LOS ANIMALES

 Por: Norma Solis Zavala


En la Biblia encontramos dos animales famosos que hablaron: una serpiente astuta que engaño a Eva ... “¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?...  (Génesis 3:1) y una asna que hizo valer sus derechos  al profeta Balam  ... “¿Qué te he hecho, que me has azotado tres veces? ... (Números 22: 28-33).

Dentro de la literatura mundial encontramos al caballo mas famoso: “Rocinante” de Don Quijote de La Mancha y en la historia del Imperio Romano encontramos al primer caballo cónsul en la época del rey Calígula.

Sí hablamos del avance tecnológico y científico,  encontramos a Laika, la perrita que viajo al espacio y a Doly, la primera oveja clonada. Y  si habláramos de las personas solitarias y ostentosas, quizás por allí encontremos noticias del gato mas rico del mundo y etc., etc. ... Hoy quiero hablarte del corazón de Dios que se derrama de amor por su máxima creación: EL HOMBRE (VARÓN Y MUJER).

¿QUÉ ES EL HOMBRE?

Esa fue la pregunta que se hizo Job y David, también yo me la hice muchas veces y quizás tú...

El libro de Job según los historiadores bíblicos es uno de los libros más antiguos inclusive anterior al Pentateuco (Génesis, Éxodo, Levítico Números y Deuteronomio).

Job dijo “¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón. Y lo visites todas las mañanas, y todos los momentos lo pruebes?” (Job 7:17-18).

Job reconoció que:
1.- Dios engrandece al hombre.
2.- En el corazón de Dios  está el hombre.
3.- Dios le da la vida todos los días.
4.- Dios prueba al hombre.

“Dios prueba al hombre”... a esta conclusión llegó Job, recuerda que él hablaba así cuando estuvo enfermo y todos sus hijos habían muerto. No confundamos prueba con tentación, lo único en lo que Dios puede probarte es en tu fe (Santiago 1:3, y 1 Pedro 1:7)  y la tentación es producto de tus  malos deseos que te arrastran y seducen,  porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie (Santiago 1:13, 14).  

El rey David cientos y cientos de años después se hizo la misma pregunta “¿Qué es el hombre, para tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles (le has hecho poco menor que Dios – Biblia Nueva Versión Internacional), y lo coronaste de gloria y de honra” (Salmo 8:4-5)

David reconoció que:
1.- Dios piensa en el hombre.
2.- Dios se interesa por los hijos de los hombres.
3.- El hombre es un poco menor que Dios .      
4.- Dios coronó de gloria y honra al hombre.

“Lo coronaste de gloria y honra” que hermosa conclusión a la que llegó el rey David, haciendo referencia  a que Dios hizo “Señorear sobre la obra de sus manos al hombre” y añade “Todo lo pusiste debajo de sus pies; ovejas, bueyes... (Salmo 8:6-8).

Notamos aquí que Dios le ha dado al hombre el poder de ejercer dominio sobre los animales, esto no significa que se le maltrate o extermine, Dios le ha puesto al hombre como administrador de toda su creación, sin embargo a veces se le da mas importancia a los animales, que a los humanos.

Sabías que la Biblia menciona a personas que amaban mas a sus animales que a sus semejantes. Todo un pueblo prefirió a los animales que a Jesús, todo el pueblo prefirió a sus animales que al hombre que había sido liberado de su locura, por los muchos demonios que poseían su espíritu y le ocasionaban daños a su cuerpo. 

Cuando Jesús había calmado la tempestad en el mar, se fue a la región de los gadarenos (Marcos 5:1-20) y allí encontró a un hombre endemoniado o poseído por demonios, lo curioso de esta historia real es que todo ese pueblo tuvo miedo de perder sus animales, especialmente los cerdos o puercos, ya que unos 2000 se ahogaron. Y pidieron que Jesús se retirara de ese lugar y ni siquiera les importo lo que aconteció con el hombre que estaba poseído por demonios, mas aun tuvieron miedo y le rogaron a Jesús que se fuera de ese lugar  (Marcos 5:15-17).

En Lucas y Mateo encontramos la misma y historia, analicemos como era la situación de este hombre:

1.- Estaba endemoniado desde hacia mucho tiempo (Lucas 8:27)
2.- No vestía ropa y moraba en los sepulcros (Lucas 8:27)
3.- Andaba gritando y se hería con piedras (Marcos 5:5)
4.- Vivía apartado de la gente, pues el demonio lo arrastraba al desierto (Lucas 8:29)        
5.- Nadie lo podía atar y había roto las cadenas con que lo ataron (Marcos 3-4)

Sí para Jesús los animales fueran mas importante que este hombre que vivía en esta situación, ¿por qué permitió que los demonios entrarán en los cerdos? (Marcos 5:11-13). Porque los animales fueron creados para estar al servicio del hombre y no al revés, desde el Génesis Dios enfatizó que el hombre iba a señorear sobre todos los animales (Génesis 1:28).

El viaje que realizó Jesús, solamente fue para buscar a un hombre a quien los hombres despreciaron, a sus ojos no tenía valor alguno, y solo inspiraba lástima, pero para Jesucristo sí valía muchísimo. Cuando este hombre estuvo libre de los demonios, dijo a Jesús: “Déjame estar contigo”; pero Él le respondió: “Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo, y cómo ha tenido misericordia de ti”.

Eso mismo quiere Jesús que hagas:
1.- Ve  a tu casa.
2.- Ve  a los tuyos
3.- Y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo.
4.- Diles que ha tenido misericordia de ti.
 “Si lo hice contigo, también puedo hacerlo con otros, diles, diles lo que ha pasado, cuéntales CUÁN GRANDES COSAS HE HECHO CONTIGO”

Este hombre enseguida comenzó a publicar en Decápolis cuan grandes cosas había hecho Jesús con él; y todos se maravillaban. 

Recuerda que en el corazón de Dios esta que “ningún hombre se pierda, él quiere que todos se salven”...








sábado, 20 de agosto de 2016

NOS COMERÁN O LOS COMEREMOS



NOS COMERÁN O LOS COMEREMOS

“El tener una identidad equivocada te llevará a tomar decisiones
que afectaran tú vida y tu futuro”

Por:  Norma Solis Zavala

Había 12 hombres que tenían que cumplir una misión: “Explorar el país de Jericó”. Esta ciudad estaba tan protegida, sus murallas eran tan espaciosas que por allí podían transitar carretas tirados por caballos. Entre estos hombres estaban Josué y Caleb. La historía señala que estos 12 encontraron en dicho país, un racimo de uvas muy grande, que se tuvo que necesitar un palo para cargarlo entre dos hombres. Ellos habían observado que sus habitantes eran hombres de gran altura e inclusive vieron a gigantes.

Pasado 40 días, volvieron a su pueblo y dieron sus informes, ellos dijeron: “El país que hemos reconocido es fuerte, sus ciudades son muy grandes y fortificadas y allí habitan gigantes”. Caleb, uno de los doce dijo: “Subamos y tomemos posesión de ella; porque más podremos nosotros que ellos”. Pero sus compañeros dijeron: “El país por donde pasamos traga a sus habotantes, y sus pobladores son de gran altura y hay gigantes, y NOSOTROS PARECIAMOS LANGOSTAS DELANTE DE ELLOS”.  Entonces Josué y Caleb hablaron a todo el pueblo: “Ese país es muy fructifero,  sí Dios se agrada de nosotros Él nos llevará y nos lo entregará. NO TEMAN A SUS HABITANTES, PORQUE NOSOTROS LOS COMEREMOS COMO PAN; CON NOSOTROS ESTA DIOS, NO LES TEMAN”    

Increible; pero cierto, estos 10 hombres convencieron a toda una nación, ellos se vieron COMO LANGOSTAS FRENTE A SUS ENEMIGOS. Que diferente era la forma en que se veían Josué y Caleb: “SUBAMOS Y TOMEMOS POSESION DE ELLA; PORQUE MAS PODREMOS NOSOTROS QUE ELLOS. LOS COMEREMOS COMO PAN, PORQUE CON NOSOTROS ESTA DIOS, NO LES TENGAN MIEDO.”

Por su identidad distorsionada, estos 10 hombres y toda una nación vagaron 40 años en el desierto hasta que murieron TODOS AQUELLOS QUE SE MIRARON COMO LANGOSTAS, SOLAMENTE SUS DESCENDIENTES , Josué y Caleb tomaron posesión del país de Jericó.


DESAFIÓ:

Dime, con cual de estos hombres te identificas: Con los 10 que parecían langostas, o con Josué y Caleb, que se identificaban con Dios.

Historia tomada de La Biblia: Números 13:23-33 y 14:6-9.

jueves, 18 de agosto de 2016

DECÍDETE A CREER QUE PUEDES HACERLO




DECÍDETE A CREER QUE PUEDES HACERLO

Por: Norma Solis Zavala

Alguna vez te preguntaste: ¿Cuál es el propósito por la cual Dios me creó?.  A veces pensamos que Dios revela el propósito para nuestra vida a otras personas y abusamos de las Profecías. Cuando eso pasa, tienes que decidir a quien creer: a Dios o a los hombres. 

Sí construyes sobre la ROCA no se desplomará lo que has construido. Cuando Dios te lo revela a ti, aunque pases por diversas circunstancias en el proceso de crecimiento ministerial, Él te fortalecerá, confirmará, establecerá y te animará con su Palabra para que no desistas de su llamado, por eso Pablo escribió:  “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).

Aunque te parezca a ti que Dios se equivoco contigo, Él te dirá: “Nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios” (Hebreos 5:4), porque “Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no lo hará? habló, ¿y no lo ejecutará? (Números 23:19). Dios te ha honrado al llamarte y no está dispuesto a perder su inversión (tú). Dios no te ha llamado por tus méritos (por lo que haces o dejas de hacer), sino por lo que Cristo Jesús hizo. Todos nuestros  caminos le son conocidos y sabe lo que hay en nuestro corazón -  Dios, lo sabe todo (Salmo 139: 3-4)    

   
CREERLE A DIOS NO MIRÁNDOME A MI

Una cosa es saber que Dios te esta llamando para ejercer un ministerio o para emprender algo y otra es saber si podrás hacerlo – creer en ti. 

Creer en ti demandaba dos acciones de fe: 
1) Creerle a Dios que te esta llamando. 
2) Creer en ti que puedes hacerlo porque Él lo dice.

¿Estas dispuesto a creerle a Dios y dejar que Él lo haga a través de ti, o piensas que eres incapaz de hacerlo aun que Dios esta contigo?... Sí tus ojos no están enfocados en Dios, sino en ti, dirás: no puedo hacerlo, me faltaba mucho por aprender, ni siquiera estoy en un instituto bíblico o seminario, etc.

Algo semejante paso con Josué, él fue nombrado delante de todo el pueblo sucesor de Moisés. Dios mismo lo llamo y le dio esa investidura de autoridad sobre todo el pueblo (Deuteronomio 31:14).  Le dijo “Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y Yo estaré contigo” (Deuteronomio 31:23). 

El llamado de Dios, para darnos o entregarnos a Él y use nuestras vidas, de acuerdo a lo que hemos leído,  tiene demandas:

A) El llamado de Dios, demanda de ti dos cosas:
  1. Esfuerzo.- Hacerte disponible para hacerlo aun mas halla de tus fuerzas –  Por ello Pablo dijo:”De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mi mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del  evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).
  2. Animarse.- No pienses en que no puedes hacerlo, piensa en que si podrás hacerlo, porque Él mayor esta en ti (1 Juan 4:4), “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; sí hay virtud alguna. Si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8-). No desistas en lo que has creído. “Tú debes seguir creyendo en lo que aprendiste, y que sabes que es la verdad... ” (2 Timoteo 3:14 . Biblia Para Todos) 


B) En el llamado,  Dios te revela o te hace saber dos cosas:
  1. El propósito: A Josué le dijo “Tú introducirás a los hijos de Israel” –  esto es lo que vas hacer, para esto te llamé.
  2. Quién es tu socio mayor:  A Josué le dijo “Yo estaré contigo” – Tú socio mayor, el que carga con toda la responsabilidad es Dios. No estas solo, Él  esta contigo para que lo hagas y se cumpla su propósito.   


Josué sabía que era lo que iba hacer, pero no sabía cuando y que tiempo demandaría cumplir con su propósito. Cuando Moisés murió Dios le dijo a Josué: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé” (Josué 1:5). Dios le vuelve a confirmar su llamado y como lo iba a respaldar:
  1. Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida – Dios lo respaldaba. Aun que se levanten en contra tuya obstáculos para impedir que cumplas el propósito de Dios. Estos sencillamente no progresaran, serán desechados - “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua  que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá” (Isaías 54:17).
  2. Estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esta es la seguridad en la cual se basa un llamado, no estas solo o sola, tu socio Mayor está contigo y Él no te deja ni te desampara, Él lo dijo  y Él lo hará  a través de ti.


Sin embargo Josué se miraba así mismo, se veía incapaz de poder hacerlo, incapaz de cumplir con el propósito de Dios (Josué 1:6-9). Dios sabía lo que había en su corazón y para asegurar definitivamente que era el momento de creerle a Dios y actuar, no por lo que él era, sino por lo que Dios decía de él, tres veces le dijo:
  1. Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo por heredad - No solo involucraba hacerlo mas halla de sus fuerzas, también implicaba tener un carácter sólido – se valiente – Para dirigir a la gente y no temerle. Para seguir creyéndole a Dios que te escogió, aunque los demás piensen que no.
  2. Solamente esfuérzate y  sé muy valiente, para cuidar de hacer mi voluntad – lo único que necesito es que estés dispuesto a hacer mi voluntad - Guardar y aplicar mi Palabra - Obediencia.
  3. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes; porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas – Dios le ordena que se esfuerce y sea valiente, para cumplir su propósito. Dios le da un mandato, y no tiene opción para decir que no -  Créeme yo te he llamado y estoy contigo, yo lo haré, ponte en mis manos.

Aun que  a sus ojos Josué se veía incapaz, Dios lo puso en la dirección correcta, mirarse en Dios y no en él. Dios quería que él creyera que podía usarlo, no importaba lo que él pensaba de sí mismo ni lo que los demás pensaban de él. 

Dios necesitaba una persona dispuesta a ponerse en sus manos para realizar y ejecutar sus planes aquí en la tierra. Cuando tú ya tienes la certeza y la convicción que Dios te ha llamado y está contigo,  Él requiere de ti la acción. Josué  decidió creerle a Dios y dijo: “Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión” (Josué 1:11).

Esta decisión fue la clave en el ministerio de Josué, él había comenzado a dar sus primeros pasos - “Aunque tus inicios sean pequeños tu postrer estado será muy grande” (Job 8:7) -  Dios vio su corazón y  dijo: “Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo” (Josué 3:7). 

Si tú comienzas andar en lo que has creído (2 Corintios 4:13), Dios te revelará más y más todos  sus propósitos para tu vida. Solo hazte disponible y  ponte en sus manos para que Él a su debido tiempo de exalte (1Pedro 5:6), ésta disposición tuya hacia Dios, es lo que esta buscando de ti, Isaías le dijo: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8),  Pablo dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6), que le dirás tú cuando Él te llame...    
       
Decídete  a creerle a Dios, y ponte en sus manos, porque “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” (1 Tesalonicenses 5:24).



SUJECIÓN Y OBEDIENCIA



SUJECIÓN Y OBEDIENCIA

"Entregarnos como Jesús lo hizo por nosotros"

Por: Norma Solis Zavala


La Biblia nos dice que debemos obedecer a nuestros pastores, y sujetarnos a ellos, porque velan por nuestras almas, como quienes han de dar cuenta (Hebreos 13:17). Quizás te has preguntado ¿Cuál es el límite de la sujeción? ¿Cuál el de la obediencia? Habrá un lapso en el cual uno está en la brecha y dice ¿Me sujeto a Dios, a mi pastor o a mi líder? ¿Obedezco a Dios, a mi pastor o a mí líder? Hoy quiero hablarte de la sujeción y obediencia en el llamado que Dios te da.


¿QUÉ ES SUJETARSE A LA VOLUNTAD DE DIOS?

Para obedecer primero tenemos que sujetarnos a un tipo de autoridad y ésta es la parte más difícil para el varón y para la mujer, cuando se trata de sujetarse a su pastor o a su líder. Pero has pensado alguna vez que es sujetarse a la voluntad de Dios... La Biblia dice que tenemos que poner nuestros ojos en Jesús. ¿Te has preguntado por que? ... Porque siendo Dios, se despojó a sí mismo y se hizo siervo, semejante a los hombres y en esta condición se humilló, haciéndose obediente hasta la muerte (Filipenses 2:6-8). Tomando como modelo a nuestro Señor Jesús, aquí encontramos lo que es la sujeción:
1.- Aceptar la autoridad de Dios.
2.- Despojarse a sí mismo (del orgullo, del yo, de todo aquello que impide obedecer a Dios).
3.- Humillarse a sí mismo, hacerse dependiente de Dios, para exaltar su nombre.
4.- Obedecer hasta el fin a Dios, aunque esto implique la muerte (cumplir con tu propósito).


¿QUÉ ES LA OBEDIENCIA A DIOS?

Cuando Jesús entró en el mundo dijo: "Vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad, quita lo primero para establecer esto último" (Hebreo 10:7-9); pero llegó el tiempo en que tenía que decidir obedecer a Dios y sujetarse a lo que Él había dispuesto o hacer su voluntad y no morir en la cruz. Tal era su agonía (Hebreos 5:7) que llevó consigo a tres discípulos suyos y dejándolos, se apartó de ellos y oró diciendo: "Padre si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya". Otra vez oró y dijo: "Padre mío, sí no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba; hágase tu voluntad" y volvió a orar por tercera vez diciendo lo mismo (Lucas 22:39-46, Mateo 26:36-46). En consecuencia la obediencia es anteponer tu voluntad o tus deseos a lo que Dios ha establecido, confiando en que Él tiene cuidado de ti, aunque parezca todo desmoronarse frente a ti. La obediencia no implica consultar a terceros, es sólo entre Dios y tú. La obediencia nos perfecciona, porque nos entregamos a Dios, como Jesús lo hizo por nosotros.


¿QUÉ IMPLICA EL LLAMADO?

Para entender lo que Dios pide en el llamado, primero tenemos que conocer que es lo que Dios demanda de sus siervos. "Poco es para mí que tú seas mí siervo para levantar las tribus de Jacob, y para restaures el remanente de Israel, también te di por luz de las naciones, para que seas mi salvación hasta lo postrero de la tierra" (Isaías 49:6). En el llamado esta involucrado tres aspectos fundamentales:
1.- Levantar a los miembros de la iglesia.
2.- Restaurar a los miembros apartados.
3.- Ser luz de las naciones (evangelizar).
La voluntad de Dios es que todos se salven, Jesús ordenó a sus discípulos que predicaran el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15) y se hiciera discípulos (Mateo 28:19-20) y en Efesios 4:11-12, señala que los ministerios (apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros) establecidos por Dios, son para perfeccionar a los santos y edificar a la iglesia, para llegar a la unidad de la fe y a la perfección de Jesucristo.


LA SUJECIÓN Y OBEDIENCIA EN PABLO

En el llamado de Pablo (Saulo) podemos observar que fue Jesucristo quién lo llamó, no fue el hombre, ni el profeta, tampoco se ofreció como voluntario para ser apóstol – Sabía quién era, a quienes había sido enviado y que iba a sufrir persecuciones (Hechos 9:1-19, 21:12-13, 26:15-18). En él vemos la sujeción y la obediencia en el llamado; Jesús se le apareció a Pablo y dijo: "¿Quién eres Señor? – Yo soy Jesús a quién tu persigues "- Él temblando y temeroso dijo: "Señor ¿Qué quieres que yo haga? – Levántate, y ponte sobre tus pies, porque para esto he aparecido a ti, para ponerte por ministro y testigo". Cuando Pablo estaba por concluir su ministerio, decidió volver a Jerusalén y el profeta Agabo le confirmó lo que ya sabía, que había de morir por causa de Jesucristo, pese a que le rogaron que no subiese Pablo respondió: "estoy dispuesto no solo a ser atado, más aun a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Jesús".


LA SUJECIÓN Y OBEDIENCIA EN ANANIAS
En Ananias, la sujeción y obediencia, presenta una característica adicional que nace de su yo, él pensaba que Pablo no debía de ser llamado al ministerio, por su vida pasada: "Señor he oído de muchos acerca de este hombre, cuantos males ha hecho a tus santos en Jerusalén" (Hechos 9:13-14). Pese a las razones o recomendaciones que él podía darle a Dios, el Señor le dijo: "Ve, porque instrumento escogido me es este". Ananias decidió obedecer a Dios y fue en busca de Pablo y puso las manos sobre él (Hechos 9:17) y reconoció su llamado y dijo: "El Dios de nuestro padres te ha escogido para que conozcas su voluntad. Por que serás testigo suyo a todos los hombres de lo que has visto y oído" (Hechos 22:13-16).


DESAFIÓ:

Si ya tienes un llamado, sujétate, aférrate a Dios y obedécele, quizás se levanten obstáculos para hacerte desistir de su voluntad, recuerda que aun Jesucristo tuvo tales oposiciones, pero antepuso sus deseos y su voluntad a lo que el Padre había establecido. Pablo se sujetó y obedeció a Dios, a tal punto que dijo: "Para mi el vivir es Cristo y el morir ganancia". Quizás encuentres algunos ministros como Ananias por el camino, recuerda que ellos son siervos de Dios y se sujetaran a Dios y obedecerán y reconocerán tu llamado. Pero tú, se fiel y cumple tu ministerio (llega a tu meta, al supremo llamamiento en Cristo Jesús).