sábado, 7 de febrero de 2009

CENTRO CRISTIANO VIDA EN JESUS: LA BUENA BATALLA DE FE JAIRO



PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE
Por: Norma Solis Zavala


Cuando analizamos como Jesús obraba en la tierra encontramos que a él no le importaba que lo molestáramos en absoluto, si de salvar vidas se trataba.

No le importaba que lo apretaran, tampoco que lo apedrearán y menos aun que lo insultarán, el cumplir su propósito lo mantenía enfocado.

Hoy quiero hablarte de Jairo y los obstáculos que se presentaron ante él para derribar su fe.

Si analizamos esta historia real encontramos que la bendición de Dios, los milagros de Dios están disponibles para todos aquellos que creen en Jesucristo, él no hace acepción de personas, el vino a rescatar a todos aquellos que se habían perdido y darles vida eterna (vida abundante).

El panorama global que se aprecia es la del principal de la sinagoga llamado Jairo y como las circunstancias que le toca enfrentar tratan de debilitar su fe, pero Jesús le anima a seguir perseverando en su fe: Jairo tenía que pelear la buena batalla de la fe.

Cada personaje tiene un comportamiento especial ante Jesús. Jairo, la mujer enferma, la multitud que seguía a Jesús, el mensajero de la casa de Jairo, los parientes, amigos y vecinos de Jairo que lo acompañaban en esos momentos difíciles y la niña agonizante. Toda la historia esta enfocado en torno al personaje principal: Jairo y su fe en Jesús.

JAIRO

Era el principal de la sinagoga (Lucas 8:41), aunque ostentaba dicha posición, el amor por su hija era superior a su posición: Jairo fue en busca de Jesús y cuando lo encontró se postró a sus pies y le rogó para que fuera a su casa y pusiera sus manos en su hija que estaba agonizando. Jairo había dicho a Jesús: "Pon tus manos sobre mi hija y ella será salva y vivirá" (Lucas 8:41, Marcos 5:23).

LA MUJER DEL FLUJO DE SANGRE

Mientras caminaban se acerco una mujer por detrás que hacia doce años padecía de flujo de sangre, había hecho de todo para obtener su sanidad y nada había funcionado. A pesar de su situación aún tenía esperanzas y al escuchar hablar de Jesús se dijo así misma:

- Sí tocaré tan solamente el manto de Jesús seré salva (Marcos 5:28).

Al tocar el manto de Jesús ésta mujer fue sanada, y sintió en el cuerpo que estaba sana de aquel azote (Marcos 5:29)

El tiempo era valioso para Jairo, su hija agonizaba, la multitud los apretaba y frenaba sus pasos y ahora Jesús se había detenido.

Jesús conocía el poder que había salido de él y comenzó a preguntar a la multitud ¿quién me tocado el vestido? (Marcos 5:30). La multitud comenzó a alborotarse, Jesús miraba a todos (Marcos 5:32) y Pedro y los discípulos dijeron:

- La multitud te aprieta y oprime (Lucas 8:45).

Todos los que apretaban y oprimían a Jesús habían tocado su vestido; pero solo una mujer fue sanada de su enfermedad.

La mujer al verse descubierta vino temblando y se postro a sus pies y declaro delante de todo el pueblo porqué causa le había tocado y como al instante había sido sanada (Lucas 8:47).

Los milagros, señales y prodigios son para glorificar a Jesús, no son para esconderlos.

Jairo había escuchado a la mujer y Jesús le dijo a ella: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz y queda sana de tu azote (Lucas 8:48, Marcos 5:34).

Ésta mujer que se cruzó en su camino era una pieza clave para asegurar que Jairo no perdiera su fe y que era verdad lo que había oído de Jesús.

L A MULTITUD QUE LO SEGUÍA

Había escuchado hablar de Jesús, seguramente había visto que los enfermos eran sanados y como los endemoniados eran liberados y ahora habían escuchado hablar a la mujer y cómo ésta había sido sanada. Pero en toda esa multitud Jesús solo halló a dos personas que tenían fe: Jairo y la mujer del flujo de sangre.

La multitud que lo seguía, lo apretaba y oprimía, conocía la fama de Jesús, su popularidad entre la gente y los milagros que hacía; pero no tenían su fe puesta en Jesús, ellos tan solo eran espectadores, miraban y se asombraban de lo que Jesús podía hacer en los otros y no en ellos mismos.

EL MENSAJERO

El mensajero que trajo la noticia, dijo a Jairo:

- Tu hija ha muerto, ¿para qué molestas más al Maestro? (Marcos 5:35).

El mensajero creía que Jesús ya no podía hacer nada, la niña ya estaba muerta, más aun pensó que Jairo molestaba al Maestro.

Qué pensaría usted cuando escucha a los doctores darles esa noticia tan temida: Ya no se puede hacer nada - ya no tiene cura, está agonizando y finalmente le dicen ha muerto.

La noticia del mensajero era un dardo de fuego que el maligno quería usar para que Jairo cayera en la desesperanza y perdiera su fe en Jesús. Pero Jesús le dijo:

- No temas, cree solamente y será salva (Marcos 5:36Lucas 8:50).

Jairo seguía creyendo en Jesús, ésta noticia no lo desespero y menos aún anulo su fe, Jesús lo animo a seguir perseverando en lo que había creído y siguió su camino...

PARIENTES, AMIGOS Y VECINOS DE JAIRO

Ellos estaban acompañando a Jairo en esos momentos difíciles, en esas circunstancias de la vida, Jairo y su familia necesitaban consuelo, personas cercanas a él que lo animaran y alimentaran su esperanza y compartieran su fe; pero cuando llegaron a su casa ellos estaban haciendo lamento por la niña que había muerto y Jesús les dijo:

- No lloréis; no está muerta, sino que duerme. Y se burlaban de él, sabiendo que estaba muerta (Lucas 8:52-53).

Ellos no compartían su fe, ellos no creían que Jesús podía darle vida a la niña, mas aun se burlaban de sus palabras.

En momentos difíciles de la vida no solo necesitas personas cercanas a ti que te ayuden, consuelen o animen, tú necesitas personas que compartan tu fe y crean en los milagros que Dios puede hacer.

Ellos tenían que pararse en la Palabra de Dios, Jesús les dijo:

- No está muerta, sino duerme.

Quería llevarlos al mismo nivel de fe que Jairo tenía, pero fue en vano, ellos no creían en Jesús, no tenían fe en él, ni en sus Palabras.

La solución que tomó Jesús fue drástica pero necesaria, echo fuera a todos y tomó al padre y a la madre de la niña y a Pedro, Jacobo y Juan (Marcos 5:37, 40)

Que pensarías tú, de tamaña acción en contra de tus familiares, amigos y vecinos mas cercanos que están ahí consolándote o ayudándote y resulta que no tienen fe o no creen que Dios puede obrar un milagro.

Jairo apoyo el accionar de Jesús, le dio toda la autoridad para echarlos de su casa. Él tenía fe, había llevado a Jesús a su casa para que pusiera sus manos en su hija y ella pudiera salvarse.

No dudo en absoluto y apoyo lo que Jesús hizo y creyó en sus palabras: ¡Esta dormida y no muerta!

Luego Jesús tomó la mano a la niña y le dijo:

- Talita cumi; que traducido es: Niña a ti te digo, levántate (Marcos 5:41).

Entonces su espíritu volvió e inmediatamente se levanto, y él mando que le diesen de comer (Lucas 8:55)

Jesús rodeo a Jairo de personas que tenían fe en él, los que no creían en él eran un obstáculo para la fe de Jairo. Jairo tenía que seguir peleando la buena batalla de la fe para recibir su milagro y creyó él y vio la gloria de Dios:

- Su hija se despertó de aquel sueño. Su hija volvió a tener vida.

LA NIÑA

Tenía doce años, cuando se levanto inmediatamente comenzó a andar y a comer (Marcos 5:42, Lucas 8:55).

La niña había sido salvada, su salvación incluía sanidad para todo su cuerpo, ella estaba viva, llena de vitalidad que comenzó a andar y comer inmediatamente.

A HORA TE TOCA A TI.

Cada persona que es tocada por el poder de Dios obtiene su milagro, su sanidad. Algunos tienen miedo de testificar lo que ha ocurrido en ellos, otros sencillamente se levantan, andan y comen.

El primero en percibir el cambio es tu cuerpo. La mujer sintió en su cuerpo que estaba libre de su azote, la niña se levanto y comenzó a andar y luego Jesús ordeno que se diera de comer.

La buena batalla de la fe, que Jairo había peleado culminó con la obtención de su milagro: Su hija estaba viva y llena de vitalidad.

Algunos piensan que Jesús no esta disponible para obrar milagros en sus vidas, otros quizás piensan que no lo necesitan o no lo merecen y otros creen que sí pueden recibirlo.

Jesús mostró en Jairo y en la mujer, que los milagros, señales y prodigios están disponibles a todos.

Algunos en su caminar podrían decir voy a ministrar sanidad a esta persona que conozco y se esta muriendo y en su camino encuentra personas que están preparadas, listas para recibir un milagro.

Esas personas se constituirán en testigos del poder de Dios y glorificaran a Jesucristo, la pregunta es:

¿Permitirás que el poder de Dios fluya a través de ti que eres sus manos, sus pies, sus ojos y su boca, para bendecir estás vidas?

Solamente te enfocarás en la persona que conoces y la visitas.

Algunas de éstas personas tienen temor de acercarse a ti y pedirte que ores también por él o ella, que les hables de Dios y su Palabra, éstas personas ven en ti que Dios obra en tu vida y están esperando tocar el poder de Dios.

Sé sensible al Espíritu Santo, ten compasión de ellos, muestra tu amor hacia ellos, deja fluir el poder de Dios y acércate a ellos, dales el consuelo de Dios, dales su Palabra, edifica su fe. Sí ellos tiene fe verán la gloria de Dios.

Jesús no juzgo la forma en que cada uno de ellos había creído recibir su sanidad. La mujer creyó que al tocar el manto de Jesús, sería salva, Jairo creyó que al poner sus manos sobre su hija ella se salvaría.

En el nivel de fe de cada uno Jesús opero, él era el canal de bendición para ellos, era el dador de vida que da vida al quiere recibir vida.

Jairo peleó la buena batalla de la fe y recibió su milagro, éste era el mensaje que Pablo constantemente ponía en Timoteo: Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna (1 Timoteo 6:12).

Nuestra vida es una batalla constante donde pelea nuestra fe y la duda o la incredulidad que el enemigo envía a tu mente para que tu fe sea debilitada y pierdas tu milagro, tu promesa.

Hay un milagro para ti hoy.

Pelea la buena batalle de la fe y arrebata el poder de Dios que esta disponible para todos aquellos que creen en Jesús.

PELEA LA BUENA BATALLA DE LA FE, NO TE RINDAS ANTE LOS OBSTÁCULOS O LOS PROBLEMAS QUE SE TE VIENE ENCIMA, APROPIATE DE LO QUE ES TUYO:
LA SALVACIÓN, QUE INCLUYE LA VIDA ETERNA, LA SANIDAD, LA PROSPERIDAD Y LAS BENDICIONES DE DIOS.

Dios te bendiga abundantemente y seas prosperado en todo tu caminar.

Norma Solis Zavala

No hay comentarios: