jueves, 18 de agosto de 2016

DECÍDETE A CREER QUE PUEDES HACERLO




DECÍDETE A CREER QUE PUEDES HACERLO

Por: Norma Solis Zavala

Alguna vez te preguntaste: ¿Cuál es el propósito por la cual Dios me creó?.  A veces pensamos que Dios revela el propósito para nuestra vida a otras personas y abusamos de las Profecías. Cuando eso pasa, tienes que decidir a quien creer: a Dios o a los hombres. 

Sí construyes sobre la ROCA no se desplomará lo que has construido. Cuando Dios te lo revela a ti, aunque pases por diversas circunstancias en el proceso de crecimiento ministerial, Él te fortalecerá, confirmará, establecerá y te animará con su Palabra para que no desistas de su llamado, por eso Pablo escribió:  “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13-14).

Aunque te parezca a ti que Dios se equivoco contigo, Él te dirá: “Nadie toma para sí esta honra, sino el que es llamado por Dios” (Hebreos 5:4), porque “Dios no es hombre para que mienta ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no lo hará? habló, ¿y no lo ejecutará? (Números 23:19). Dios te ha honrado al llamarte y no está dispuesto a perder su inversión (tú). Dios no te ha llamado por tus méritos (por lo que haces o dejas de hacer), sino por lo que Cristo Jesús hizo. Todos nuestros  caminos le son conocidos y sabe lo que hay en nuestro corazón -  Dios, lo sabe todo (Salmo 139: 3-4)    

   
CREERLE A DIOS NO MIRÁNDOME A MI

Una cosa es saber que Dios te esta llamando para ejercer un ministerio o para emprender algo y otra es saber si podrás hacerlo – creer en ti. 

Creer en ti demandaba dos acciones de fe: 
1) Creerle a Dios que te esta llamando. 
2) Creer en ti que puedes hacerlo porque Él lo dice.

¿Estas dispuesto a creerle a Dios y dejar que Él lo haga a través de ti, o piensas que eres incapaz de hacerlo aun que Dios esta contigo?... Sí tus ojos no están enfocados en Dios, sino en ti, dirás: no puedo hacerlo, me faltaba mucho por aprender, ni siquiera estoy en un instituto bíblico o seminario, etc.

Algo semejante paso con Josué, él fue nombrado delante de todo el pueblo sucesor de Moisés. Dios mismo lo llamo y le dio esa investidura de autoridad sobre todo el pueblo (Deuteronomio 31:14).  Le dijo “Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y Yo estaré contigo” (Deuteronomio 31:23). 

El llamado de Dios, para darnos o entregarnos a Él y use nuestras vidas, de acuerdo a lo que hemos leído,  tiene demandas:

A) El llamado de Dios, demanda de ti dos cosas:
  1. Esfuerzo.- Hacerte disponible para hacerlo aun mas halla de tus fuerzas –  Por ello Pablo dijo:”De ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mi mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del  evangelio de la gracia de Dios” (Hechos 20:24).
  2. Animarse.- No pienses en que no puedes hacerlo, piensa en que si podrás hacerlo, porque Él mayor esta en ti (1 Juan 4:4), “todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; sí hay virtud alguna. Si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8-). No desistas en lo que has creído. “Tú debes seguir creyendo en lo que aprendiste, y que sabes que es la verdad... ” (2 Timoteo 3:14 . Biblia Para Todos) 


B) En el llamado,  Dios te revela o te hace saber dos cosas:
  1. El propósito: A Josué le dijo “Tú introducirás a los hijos de Israel” –  esto es lo que vas hacer, para esto te llamé.
  2. Quién es tu socio mayor:  A Josué le dijo “Yo estaré contigo” – Tú socio mayor, el que carga con toda la responsabilidad es Dios. No estas solo, Él  esta contigo para que lo hagas y se cumpla su propósito.   


Josué sabía que era lo que iba hacer, pero no sabía cuando y que tiempo demandaría cumplir con su propósito. Cuando Moisés murió Dios le dijo a Josué: “Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé” (Josué 1:5). Dios le vuelve a confirmar su llamado y como lo iba a respaldar:
  1. Nadie podrá hacerte frente en todos los días de tu vida – Dios lo respaldaba. Aun que se levanten en contra tuya obstáculos para impedir que cumplas el propósito de Dios. Estos sencillamente no progresaran, serán desechados - “Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua  que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá” (Isaías 54:17).
  2. Estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. Esta es la seguridad en la cual se basa un llamado, no estas solo o sola, tu socio Mayor está contigo y Él no te deja ni te desampara, Él lo dijo  y Él lo hará  a través de ti.


Sin embargo Josué se miraba así mismo, se veía incapaz de poder hacerlo, incapaz de cumplir con el propósito de Dios (Josué 1:6-9). Dios sabía lo que había en su corazón y para asegurar definitivamente que era el momento de creerle a Dios y actuar, no por lo que él era, sino por lo que Dios decía de él, tres veces le dijo:
  1. Esfuérzate y sé valiente, porque tú repartirás a este pueblo por heredad - No solo involucraba hacerlo mas halla de sus fuerzas, también implicaba tener un carácter sólido – se valiente – Para dirigir a la gente y no temerle. Para seguir creyéndole a Dios que te escogió, aunque los demás piensen que no.
  2. Solamente esfuérzate y  sé muy valiente, para cuidar de hacer mi voluntad – lo único que necesito es que estés dispuesto a hacer mi voluntad - Guardar y aplicar mi Palabra - Obediencia.
  3. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes; porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas – Dios le ordena que se esfuerce y sea valiente, para cumplir su propósito. Dios le da un mandato, y no tiene opción para decir que no -  Créeme yo te he llamado y estoy contigo, yo lo haré, ponte en mis manos.

Aun que  a sus ojos Josué se veía incapaz, Dios lo puso en la dirección correcta, mirarse en Dios y no en él. Dios quería que él creyera que podía usarlo, no importaba lo que él pensaba de sí mismo ni lo que los demás pensaban de él. 

Dios necesitaba una persona dispuesta a ponerse en sus manos para realizar y ejecutar sus planes aquí en la tierra. Cuando tú ya tienes la certeza y la convicción que Dios te ha llamado y está contigo,  Él requiere de ti la acción. Josué  decidió creerle a Dios y dijo: “Preparaos comida, porque dentro de tres días pasaréis el Jordán para entrar a poseer la tierra que Jehová vuestro Dios os da en posesión” (Josué 1:11).

Esta decisión fue la clave en el ministerio de Josué, él había comenzado a dar sus primeros pasos - “Aunque tus inicios sean pequeños tu postrer estado será muy grande” (Job 8:7) -  Dios vio su corazón y  dijo: “Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo” (Josué 3:7). 

Si tú comienzas andar en lo que has creído (2 Corintios 4:13), Dios te revelará más y más todos  sus propósitos para tu vida. Solo hazte disponible y  ponte en sus manos para que Él a su debido tiempo de exalte (1Pedro 5:6), ésta disposición tuya hacia Dios, es lo que esta buscando de ti, Isaías le dijo: “Heme aquí, envíame a mí” (Isaías 6:8),  Pablo dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6), que le dirás tú cuando Él te llame...    
       
Decídete  a creerle a Dios, y ponte en sus manos, porque “Fiel es el que os llama, el cual también lo hará” (1 Tesalonicenses 5:24).



No hay comentarios: